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miércoles, 2 de marzo de 2016

ANTIBIÓTICOS NATURALES, PREVIENEN INFECCIONES

Milagrosos antibióticos naturales para prevenir males de estación 

El antibiótico es un compuesto químico que sirve para eliminar o impedir el crecimiento de organismos infecciosos en personas y animales. En la actualidad de los antibióticos, como la penicilina, amoxicilina y eritromicina, entre otros, se usan para combatir cualquier tipo de enfermedades; sin embrargo, muchas de ellas también podrían curarse a base de plantas, frutas y hortalizas remedios naturales es que no producen efectos secundarios, como podrían causar los antibióticos sintéticos comerciales. Además, cabe señalar que son capaces de respetar los microorganismos beneficiosos (por ejemplo aquellos que son necesarios en la flora intestinal), no resultan peligrosos por acumulación, no irritan ni estimulan al cuerpo de forma artificial o agresiva, respetan los tiempos de curación para erradicar la enfermedad, y son económicos y fáciles de conseguir (una de las principales ventajas en la actualidad). Como éstos.

Ajo: 
Reconocido como el mejor bactericida y antiviral natural: contiene más de 20 componentes con propiedades antivirales y casi 40 componentes antibacterianos (alicina, ajoeno, ácido caféico, ácido ascórbico, ácido clorogénico y quercetina, entre otros). Resulta ideal para el tratamiento interno de enfermedades respiratorias y del aparato excretor. Usado externamente sirve para desinfectar y prevenir infecciones en las heridas. 
Cebolla: 

Pertenece a la misma familia que el ajo, y es rica también en componentes sulfurados, ácidos y flavonoides, lo cual la convierte en uno de los mejores remedios naturales para combatir procesos infecciosos del aparato respiratorio (gripe, bronquitis, faringitis). Usada externamente se considera un buen desinfectante. 

Equinácea: 

Su principal virtud radica en sus propiedades antimicrobianas en contra de bacterias, hongos y virus. En este sentido, su capacidad consiste en estimular el sistema inmunitario y ayudar a producir mayor cantidad de glóbulos blancos. Además, posee efecto antipirético; es decir, baja la fiebre. 
Frutilla: 
Posee propiedades antivirales, pero además es excelente para depurar el cuerpo y mantenerlo libre de toxinas y microorganismos dañinos. 
Hipérico de san juan. Se emplea para levantar el ánimo, y es el antidepresivo vegetal más utilizado y estudiado. 

Jengibre: 

Su capacidad antibacteriana y su tolerancia por los microorganismos necesarios en la flora intestinal (Lactobacillus), le permite aumentar la riqueza de esta y eliminar microorganismos perjudiciales como la Escherichia coli (responsable de muchos casos de gastroenteritis). Asimismo, gracias a su poder antibacteriano, es capaz de eliminar el Helicobacter pylori, una bacteria cuyas secreciones de amoniaco con las que se protege de los jugos gástricos, son las responsables de la aparición de muchas úlceras. 
Limón: 
El “doctor verde” por excelencia, es uno de los principales antibióticos de la medicina natural. Es un potente bactericida que proviene, protege y ayuda a la pronta recuperación de casi todas las enfermedades. 

Matricaria: 

Considerada la aspirina botánica, se emplea para tratar los mismos males que el ácido acetilsalicílico: dolor, fiebre e inflamación. Uno de sus compuestos, el partenólido, bloquea la secreción de serotonina, una hormona cuyo exceso favorece las jaquecas.
Menta. Es rica en principios antibacterianos, especialmente indicada para prevenir putrefacciones intestinales.

Orégano:
orégano
infección aguda del tubo digestivo y de las vías respiratorias, por su amplia acción antimicrobiana. 

Propóleos: 

Se trata de una mezcla de resinas de árboles, recolectada por las abejas y transformada por sus secreciones digestivas. Es un antibiótico eficaz contra numerosos microorganismos, que ayuda a activar el timo, órgano fundamental del sistema defensivo y hormonal del organismo. Además, eleva el metabolismo celular, es útil en la prevención de resfríos, infecciones recidivantes de las vías respiratorias, amígdalas y órganos urinarios. 
Fuente Saber vivir